Fragmento #6 - Y ahora, ¿qué?... Hasta pronto

A veces las cosas no son lo que parecen. Sólo son... sombras.
- Es obvio que tengo que irme, Bedda- mis ojos intentan buscar su mirada, pero soy capaz incluso de sentir la mitad de su dolor. Ella niega que está mal, pero no hace falta ser muy inteligente para saber que le hace falta un abrazo y unas palabras confidenciales.
Ella es mi confidente, siempre lo ha sido. ¿Para qué engañarme? Leire se va del piso. Ahora tengo que seguir adelante. Sin trabajo y sin compañera de piso. Un momento estelar para decidirme. Tengo que hacer algo.
- Te deseo muchísima suerte- tengo tantas ganas de decirle miles de cosas, que no me sale ninguna. Quiero llorar con ella, gritar con ella, hablar con ella... En definitiva, sé que ahora llega ese momento en el que voy a arrepentirme de todos esos momentos vacíos en los que Leire estaba a mi lado y no aprovechamos el tiempo juntas- y, por favor... Llámame, tenme informada, tienes mi número y... - la miro por segunda vez- No, por favor... Ven, ven conmigo...
Sabía que pasaría. Ella no quiere que las cosas salgan así. Pero, ¿qué mejor momento para un cambio? Busco su pelo y la beso con todas mis fuerzas... Leire sí podría ser ahora mismo mi gran premio de consolación, pero el resultado de mis balances mentales me recuerda que mi vida, a día de hoy, se merece algo más que un cambio.
Pasan ocho horas. Leire se ha ido. Su cuarto ha quedado repleto de cosas. Sus padres la esperan en Tarragona y "ella" sigue aquí. Saco un par de cervezas y me tiendo en el sofá junto a la televisión. El mando parece tener vida propia. Parece algo cómico. Me dan ganas de reír. ¿Dónde tengo el móvil?
- Ángel, ¿qué haces esta noche?- la cerveza está más que fría.