Naos
| Sujet: Fragmento #117 – Sopistant 07.01.09 23:09 | |
| Sábado, 8 de Noviembre de 2008 En Sevilla Oigo pasos, parece que Astrid se ha levantado, y así es: se asoma por la puerta de la cocina con una amplia sonrisa. - Hola, Mario. ¿Qué preparas?- me pregunta acercándose. - Un poco de sopa, apetece ahora que refresca, ¿no? - Sí, me gusta la sopa, ¿es de conchitas? Es mi preferida…- dice mirando la cazuela. - Es de fideos… fideos finos. - Ah, bueno, también me gustan. Además, seguro que a ti te quedarán muy buenos, todo lo que me has preparado estaba bueno… -y se abraza a mi brazo, sonriente. - Eso es que has tenido hambre. Te habrás llevado sin comer…- no, no… mejor no seguir por aquí.- ¿Porqué no vas poniendo la mesa, Astrid? - Sí, voy, ¿dónde están los platos?- me pregunta dando saltitos por la cocina, su mirada parece infantil. Ha cambiado… pero no parece que esté actuando ahora. - Allí... encima del microondas... Y los cubiertos en aquel primer cajón de allí.- Astrid coge las cosas y sale al salón, mira el sofá y se gira. - ¿Por qué sigues durmiendo ahí? - pregunta -. Ahora estoy mejor. Empieza a colocar los platos y los cubiertos con tranquilidad y orden. - Pues... Astrid... Es mejor que duermas tu allí... SOLA. - ¿Por qué? ¿Ya no me quieres? Pone cara triste y gira la cabeza a un lado, parece escuchar a alguien… ¿Alguien? No hay nadie en la habitación… Me mira de nuevo, el rostro le ha cambiado, el halo de niñez ha desaparecido. -No tienes porque sufrir el sofá…- prosigue- Entre nosotros no tiene que pasar nada que tu no quieras. - Pero... No es normal, Astrid... - Está bien. Pues dormiré yo en el sofá.- me interrumpe. - No, no… El anfitrión duerme en el sofá. No me importa… - A mí sí me importa, Mario. Podemos dormir juntos sin que ocurra nada. Además, yo me sentiría mejor si estuvieras ahí…- hace una pausa y se mira las manos.- Tengo pesadillas que no logro olvidar... pero tengo tanto miedo cuando despierto... - Yo estoy en el salón... No tienes por qué tener miedo… Astrid calla, se queda muda, la felicidad ha desaparecido de su rostro. Se acerca y apoya la frente en mi pecho. - ¿Tanto me odias?- pregunta. - No es eso, Astrid... No está bien, no hicimos bien aquel día… - He destruido tu vida, por eso me odias, quieres ser el único responsable de lo que pasó, te hace daño y por eso no puedes mirarme sin sentirte mal... Yo no quería dañarte... Yo te quiero... Pero hago daño a todos a los que quiero. - No, Astrid. No...- la agarro por los hombros y la miro a los ojos- ¡No digas tonterías! - Yo no te culpo por lo que pasó. Si lo necesitas, te perdono. No volverá a pasar. Hasta que yo no sea mayor, nunca volveré a pedirte un beso… Algo ajeno a mi me atrae hacia ella. Quiero y no quiero… Pero al final me vence el corazón: me agacho y la beso en los labios. Ella se paraliza y me devuelve el beso. - La sopa se va a quedar fría – me dice al fin.
| |
|