Fragmento #90 - TUUUT–TUUUT-TUUUT

Siento como si mil agujas se clavaran en mis pies.
Escucho el tono, rítmico, constante.
Funciona.
Rebusco desesperada en el bolsillo externo de la chaqueta. Encuentro unos céntimos, suficiente para poder decirle unas palabras. Suficiente para pedir que venga a buscarme.
Marco el número.
-Cógelo por favor, cógelo.
Pero nadie contesta al otro lado.
Me revuelvo inquieta dentro de la chaqueta. Todavía huele a él a pesar de todo el tiempo que ha pasado.
El amanecer me sorprende despuntando tras las montañas. La oscuridad que me resguardaba empieza a palidecer y a teñirse de carmesí, de su color favorito.
-Por favor, cógelo… Oh, Dios, por favor…
Rompo a llorar. Siento como se acerca. Puedo oír sus pisadas sin sustancia acercándose.
“Piiip” El pitido del contestador me avisa de que está grabando.
-¡¡Mario!! Oh, Mario, por favor, ven a buscarme. Laura sabe dónde estoy. Mario, por favor yo…
Un chillido de horror desgarra mi garganta cuando siento su mano de hielo atravesando mi piel, desgarrando mi espalda.
Caigo al suelo. Mi cara golpea contra el barro de la estación de servicio desierta.
Escucho el tono.
Rítmico.
Constante.