Etoiles d'Encre
Vous souhaitez réagir à ce message ? Créez un compte en quelques clics ou connectez-vous pour continuer.


 
AccueilAccueil  Dernières imagesDernières images  S'enregistrerS'enregistrer  Comment participer ?Comment participer ?  ConnexionConnexion  
-40%
Le deal à ne pas rater :
-40% sur le Pack Gaming Mario PDP Manette filaire + Casque filaire ...
29.99 € 49.99 €
Voir le deal

 

 Fragmento #93 - Amako

Aller en bas 
2 participants
AuteurMessage
Ankaa

Ankaa



Fragmento #93 - Amako Empty
MessageSujet: Fragmento #93 - Amako   Fragmento #93 - Amako Empty02.02.09 16:08

Lunes, 2 de febrero de 2009
En Barcelona

Tío Bernard no vino a verme ayer. Pasé el día indagando sobre mi nueva amiga. Eso ha significado hablar con un montón de personajes babeantes y con manías extrañas. La mayoría parece adorarla. Dicen que es muy buena y que siempre escucha. Aunque hay otros que no pueden siquiera escuchar hablar de ella.
-Amako… Amako es horrible –me dijo la misma mujer calavera que vi al salir por primera vez de la habitación-. Ella se llevo a Clara, hizo que mi amiga se marchara…
-¿Qué quieres decir? ¿La ayudó a salir de aquí? –pregunté confundida.
-No… Sí… Ella hizo que Clara se fuera y no volviera. No debes acercarte a ella… No hables con Amako.
Algunos la llaman así, Amako. Supuse que debía ser su nombre hasta que pregunté por ella a un enfermero a la hora de la comida.
-No. Ese no es su nombre, aunque ahora que lo dices tampoco lo recuerdo muy bien. Amako es el apodo que más le ha durado, se lo puso un chico japonés que estuvo con nosotros un par de meses. ¿Por qué te interesas por ella?
Después de rogárselo mil veces a la enfermera que hacía el turno de tarde pude acceder a la biblioteca y a los ordenadores, eso sí, con vigilancia continua. Entonces descubrí que Amako significaba “hijos de Dios”. Me pregunté porque alguien le pondría ese nombre, quizá estaba enamorado de ella. En mi búsqueda encontré el nombre perfecto para ella: Casandra.

La tarde se presenta igual de solitaria que la de ayer. Nada indica que vaya a recibir visitas. Siento que ahora mismo no deben tener muchas ganas de verme. No después de saber qué hice.
Busco a Amako por toda la planta, pero no la encuentro. Al fin decido preguntar a la misma enfermera que ayer hizo el turno de tarde.
-Buenas tardes –saludo.
-Hola Astrid, ¿disfrutaste ayer de la lectura?
-Sí, incluso pude conectarme a Internet un rato.
-Tenemos un buen equipo, aunque siempre tienes que pedir permiso, nunca vayas sola, recuérdalo.
Asentí. Todos eran muy amables, pero había visto ya, sin haber pasado siquiera dos días por aquí, lo que les ocurría a los que no seguían las normas.
-¿Sabe dónde está Amako? No la encuentro.
-¿Amako? –se queda pensativa y se coloca derecho el cuello de la bata blanca-. La chica oriental quieres decir.
-Sí, esa.
Sonrío, intento parecer inocente, espero que no haya leído mi historial.
-Creo que está en el gimnasio, suele pasar allí muchas horas.
-¿Dónde está el gimnasio? –pregunto.
-¿Te apetece nadar? –sus ojos me interrogan, no parece gustarle mi interés en encontrarme con otra paciente.
-Bueno, sólo quería charlar con ella… No tengo muchos amigos por aquí.
Parece satisfecha con mi respuesta, pero no tarda en dejar ver su rostro impositivo.
-Astrid, no estás aquí para hacer amigos. Eso debe quedarte claro. Además, tú por ahora sólo estás de paso, así que no te hagas demasiadas ilusiones. Aún así, si quieres hablar con ella no te lo voy a impedir.
Me acompaña hasta una puerta y la abre con un manojo de llaves que lleva en el bolsillo. Bajamos un par de plantas y abre otra puerta igual a la anterior. Un enfermero rubio con chanclas se acerca y saluda a mi acompañante.
-Esta es Astrid –informa ella -, le gustaría darse un chapuzón.
-Sí, claro -responde él mirándome de arriba abajo-. Sígueme Astrid.
La puerta se cierra tras de mí y sigo al enfermero hasta un cuartito con olor a cloro. Me tiende un bañador de una pieza azul marino, un gorro de piscina del mismo color y una toalla.
-Vamos, póntelo –dice.
Se apoya contra la pared húmeda por el calor reinante allí y se queda observándome.
-¿No vas a irte? –pregunto.
-No, claro que no, tengo que vigilarte.
De espaldas a él empiezo a quitarme la ropa. Siento sus ojos clavados en mi nuca.
-Gírate –ordena cuando me estoy quitando la camiseta.
-No –respondo.
-¿Vas a desobedecerme? ¡Gírate! Y si tuvieras algo escondido ahí. Venga, date la vuelta.
Avergonzada muestro mi pecho desnudo.
-Muy bien –responde satisfecho, sus ojos quietos en los pantalones -. Ahora sigue.
Me falta la respiración. Siento unas nauseas incontenibles que suben por mi garganta. Me bajo los pantalones. Me quito las braguitas. Por un segundo me da la sensación de que se relame.
-Mírale, está deseándolo –sus manos de sombra aprietan mis hombros desde atrás.
-Tu no puedes estar aquí –murmuro-, la medicación debería…
-Han bajado la dosis. Además, así podremos divertirnos, ¿no crees?
-¿Con quién narices hablas? –pregunta sin apartar la vista de mi piel.
Lucho por controlarme, pero siento como mi mano deja caer el bañador al suelo, como mis dedos juegan entre mis muslos. El enfermero sonríe.
-Buena chica, veo que lo vas captando.
Se acerca a mí. Puedo ver el bulto duro que se marca en su entrepierna. Quiero llorar, pedir ayuda, pero el titiritero no me lo permite. El enfermero se queda ante mí y empieza a desabrocharse el pantalón.
-Vamos, estoy seguro de que debes hacerlo muy bien…
Mis rodillas desnudas chocan con el suelo. Un latigazo atraviesa todo mi cuerpo y mis manos se acercan al bulto de sus calzoncillos. Una mancha líquida me indica que ya no me puedo echar atrás, mejor eso que no que me…
La puerta que hay detrás de mí, al otro lado de la habitación, se abre de golpe.
-¡Maldito cabrón! ¿Qué coño piensas que estás haciendo?
El enfermero se levanta los pantalones y me aparta de un manotazo.
-¿Qué haces guarra? –me grita-. Y tú, zorrilla, mejor mantengas la boca cerrada o contaré a los doctores qué cosas le van a esta niña.
Unos pasos mojados se acercan hasta mí. Una mano se posa en mi nuca.
-Sal de aquí…
Su voz ya no suena dulce, es más bien amenazadora, bestial. El enfermero palidece durante un segundo. Después recupera la compostura.
-Ah… Ya, quieres acabar tu, ¿eh?
Sale riendo y cierra la puerta tras él.
Su respiración es profunda. Parece intentar calmarse.
-¿Estás bien Astrid? –pregunta Amako buscando mi mirada.
Se arrodilla ante mí.
-No dejes que te hagan eso, no dejes que abusen de ti, que te humillen, ¿me oyes?
-Me da miedo acabar como esos…
-Yo me encargaré de él, no te preocupes, no te van a llevar arriba.
La abrazo. Ella se deja abrazar. Se queda quieta. Después me apremia a que me ponga el bañador y me acompaña a la piscina.
Casi no hay nadie allí, un par de hombres con flotador y un socorristas a cada lado, vigilando.
-Me gusta estar aquí. Nadar es lo más parecido a volar –me explica.
Se tira de cabeza a la piscina y entra en el agua limpiamente, como una aguja. Al poco sale a la superficie y me invita a que la acompañe. Más torpe me tiro y salpico a uno de los sacos con flotador que chapotea por allí cerca, se queja y después ríe.
-Está fría –digo tiritando.
-Pronto te acostumbrarás. Y dime, ¿por qué has venido? ¿Te gusta nadar?
Sus pies se mueven con elegancia bajo la superficie, se mantiene a flote sin hacer esfuerzo.
-Te estaba buscando.
-¿A mi? ¿Para qué?
-Bueno, eres la única con la que puedo hablar por aquí.
-Ya… Es eso. Bueno, ¿y de qué querías hablar?
-No lo sé –respondo algo avergonzada.
-Pues yo he oído que preguntar sí sabes. Has estado indagando sobre mi, ¿eh?
-Sí, un poco.
Sumerjo mi cabeza y hago burbujas con la boca.
-Pero nadie te ha dicho por que estoy aquí, ¿verdad?
Niego cerrando los ojos y escondiéndome bajo la superficie. Cuando los abro ella está allí, rodeada por el azul artificial del agua clorada. Me sonríe con los ojos bien abiertos y entonces veo unas formas entrecortadas a su alrededor, parecen rostros. Intento gritar, pero en su lugar trago agua y salgo rápidamente a la superficie, tosiendo.
-¿Qué era eso? –pregunto.
-Mis propios monstruos –responde-. Aunque estos no me dominan.
Ella sabe más de lo que debería.
-Algunos dicen que eres horrible.
-Ya… La amiga de Clara, ¿no? Bueno, pronto dejará de darme mala fama.
-¿Qué le pasó a Clara?
-Dejó de estar encerrada, nada más.
-¿Salió del hospital?
-No exactamente.
Parece retarme a adivinar quién es, qué ocurre con ella.
-Te llaman Amako, he buscado por Internet y significa “hijos de Dios” en japonés.
-Sí, Haru era un buen chico –parece triste cuando habla de él-. Se lo llevaron. Dijeron que yo no era una buena influencia.
-¿Por qué? –pregunto.
-Si te quedas lo averiguarás, tranquila, tiempo al tiempo.
-He pensado un nombre para ti –digo con cierta emoción.
-¿No te gusta Amako? –pregunta.
-No sé… Dijiste que querías un nombre con significado. “Hijos de Dios” no me parece apropiado.
-¿Entonces? –me invita.
-Casandra –respondo.
-Me gusta como suena, pero ¿qué significa?
-Es un nombre griego, significa ayudante de los hombres.
Ahoga sus carcajadas bajo el agua.
-¿Una especie de ángel? –pregunta.
-Algo así. ¿No te gusta?
-Claro que me gusta, es bonito, importante. Sólo espero que quieras que lo conserve de aquí a unos días.
Dicho eso desaparece bajo el agua y siento como se da impulso. Su cabeza reaparece al otro lado de la piscina. Sus ojos grises ahora parecen encendidos.
-Astrid, ¿vienes? –me llama.
-Sí, ahora voy.
Una voz me advierte que no me acerque a ella, que me mantenga alejada, pero no quiero escucharla. Ahogo las palabras del titiritero en las aguas frescas de la piscina.
Revenir en haut Aller en bas
Nekkar





Fragmento #93 - Amako Empty
MessageSujet: Re: Fragmento #93 - Amako   Fragmento #93 - Amako Empty02.02.09 22:11

Juzgo... y ya no me gusta este sitio con el enfermero chungo ése...
Revenir en haut Aller en bas
Ankaa

Ankaa



Fragmento #93 - Amako Empty
MessageSujet: Re: Fragmento #93 - Amako   Fragmento #93 - Amako Empty03.02.09 1:40

Jejeje, entonces te gustará el fragmento de mañana.
Revenir en haut Aller en bas
Contenu sponsorisé





Fragmento #93 - Amako Empty
MessageSujet: Re: Fragmento #93 - Amako   Fragmento #93 - Amako Empty

Revenir en haut Aller en bas
 
Fragmento #93 - Amako
Revenir en haut 
Page 1 sur 1
 Sujets similaires
-
» Fragmento #101 - 14

Permission de ce forum:Vous ne pouvez pas répondre aux sujets dans ce forum
Etoiles d'Encre :: Foro español :: ARCHIVOS :: Archivos :: Astrid-
Sauter vers:  
Ne ratez plus aucun deal !
Abonnez-vous pour recevoir par notification une sélection des meilleurs deals chaque jour.
IgnorerAutoriser