Fragmento # 7 Una noche loca

Acabo de colgar el teléfono y ya me están llamando otra vez. Es AL (siglas de Alejandra la Loca), no voy a cogerle el teléfono. Esa chica está zumbada, de verdad. Cuando ya me había acostumbrado a los mítines políticos de Irene (la franquista-liberal), los consejos de estilismo de Mario (un hetero-gay) y las historias absurdas de Alba (la pija de profesión) van y me traen a la loca de Alejandra. Otra vez suena el teléfono, otra vez AL. Uff. No lo cojo, no quiero hablar con ella, no me apetece. Necesito un cigarro; mecachis, se me olvidaba que no fumo. Es igual, una coca light hará el mismo efecto. AL me manda un mensaje: Ola wapixima! Snto lo dl sbdo xo s q marcos sta muy sperbueno. Ns vms l sbdo. T dvulvo ls 30 eurs y ls cndons. Tq! Bssits!!
Así que ahora quiere disculparse ¿no? Pues va lista. Después del sábado que me dio... ufff. Cuando la conocí nos caímos genial, el sábado por la noche, pero mis amigos se querían ir pronto y yo había conocido a un chico muy guapo y, claro, quería quedarme, por lo que convencí a AL de que nos quedásemos las dos. Cuando Aqua estaba cerrando AL se me acerca y me dice:

- Bueno, ¿tú dónde vives? -preguntó evidentemente borracha.
- En Triana –le respondí, inocente de mí-, ¿por?
- Nos vamos a tu casa, ¿no?

Se me fue a caer el mundo encima.

- No sé, mejor déjame allí y otro día te quedas a dormir ¿no?
- ¿Dejarte? Si no tengo coche, ¿no tenías tú?
- Alex, yo no tengo carné.

La cara se nos descompuso a ambas. Entonces AL sonrió y me guiñó un ojo. Se dio la vuelta y buscó a un tal Leo que es relaciones públicas allí y le dijo que si nos podía llevar a casa. El guaperas (porque la verdad es que está tremendo) sonrió y le dijo que iba en el coche de un amigo, que fuésemos con él. AL me convenció y en diez minutos estábamos metidas en un ferrari muy feo, pero ferrari. El dueño del coche, un tal Marcos, es el hijo del socio accionista de no sequé y en vez de con un pan, nació con la cadena de San Buenaventura bajo el brazo. Y además de todo, estaba bueno. Si es que...

-¿Adónde nos llevas? –pregunté sonriendo lo más que pude cuando lo vi entrar al centro en lugar de cruzar el puente.
- Tengo una casita en el centro, vamos a dormir un poco ¿no? –dijo mirando a AL, que iba de copiloto-, bueno, a dormir o lo que surja.
- Ay dios. Esto, mira, déjame aquí mismo que voy para mi casa andando, no te preocupes.
- No mujer, no digas eso –dijo Leo, sentado en el asiento de atrás conmigo-. La noche todavía es joven y podemos divertirnos.
- Bueno –dije melosa al ver el panorama. Se me estaba haciendo la boca agua solo de pensar en Leo ,desnudo. Vale, yo también había bebido un poco.

Marcos aceleró el coche. Siempre había creído que el mito de que las chicas se excitan en los coches que van deprisa era mentira. Me equivocaba.
Llegamos al piso, un estudio de una habitación en la campana. Nos sentamos en los dos sofás que había y pusimos la tele. En menos de cinco minutos estábamos todos metiéndonos mano (por parejas, que quede claro). Quería parar, lo juro, pero es que estaba tan bueno, no sé qué veía en mí. Tenía el pecho muy duro debajo de la camisa azul. Me besaba y me tocaba de una manera que no lo habían hecho nunca. Quería hacerlo ya con él, que dejase de jugar. Necesitaba algo que nos cortase el punto en ese momento o vete tú a saber qué iba a pasar. Marcos se levantó y cogió a AL del brazo.

- Nos vamos dentro. Dejamos la puerta abierta que no hay aire acondicionado.

Ala, dicho y hecho. Me aparté de Leo.

- Pero... ¿por qué se van dentro? –pregunté de forma inocente.
- Guapa, ¿tú qué crees? –y tal y como lo preguntó me metió la mano debajo de la falda. Iba a resistirme, lo juro, pero no pude. Me relajé. Sentí su lengua en mi oreja y sus manos... bueno, ya sabéis donde. En el fondo de mí quería que parase, pero muy en el fondo.

- Esto... –levanté la mirada y estaba AL en el salón, cubierta tan sólo con una sábana color pistacho y de seda-. Carlota, dame condones.
- ¿Perdona?
-Sí, no tengo. ¿No querrás que me quede preñada no?
- ¡No le des! –gritó desde dentro del cuarto Marcos.
-Tú te callas. Venga, por favor, no quiero otro susto.

Le di el condón que llevaba en mi cartera y se fue. Me senté en la otra punta del sofá. Puse los cuarenta principales y subí el volumen. Leo me acariciaba los pies y las piernas. Me quité de mala manera, cabreada. Alex estaba borracha y echando un polvo, y yo en el salón, preocupada, cachonda y con dolor de pies. ¿Qué vida era esa? Entró entonces Marcos en el salón, desnudo y tapándose las joyas de la corona con las manos.

- Tíos, bajad eso, no me concentro.

Puse los ojos en blanco. Leo se reía y se puso mirar el móvil, bueno, la súper mega blackberry que el niño de papá tenía. Si es que es perfecto...
Plashhh
Leo y yo nos miramos.
AhAhAh
Ay dios. Reconocimos el sonido. Subimos el volumen de la tele. Empezaba un videoclip de Rosana. ‘’Bien, esto es lo más antimorbo que conozco’’ me felicité e intenté concentrar el máximo. Leo me miraba y se partía de risa el muy cabrón. Se golpeó en el culo un par de veces imitando el sonido de antes. Y qué culo.
Dejé que terminase la canción. Y otra más. Incluso esperé a la tercera. Me daba cosa interrumpirlos pero es que me quería ir a mi casa. Además, o el tío era un toro o habría acabado al menos hace una Beatriz Luengo. Llamé a la puerta y me los encontré desnudos dentro de la cama y abrazados.

- Venga ya, por favor. Alex, despierta que nos vamos.
- ¿Adónde?
-A tu casa, venga.
-Déjala tía, yo la llevo luego -balbuceó Marcos colocando su mano en un pecho de AL.
- No, venga, que no me fío.

Al final la convencí y se levantó, vistió y nos fuimos. La senté en un taxi de la magdalena y le di 30 euros al taxista (tenía que llevarla a un pueblo y estaba sin blanca mi amiga) con lo que me quedé sin más que euros sueltos para la semana. Tenía hambre y me compré un helado en el Corte Inglés.
Cuando iba para casa pensé que parecía sacado de una película. Por suerte me había ocupado personalmente de que Alejandra la Loca se hubiera puesto la ropa interior de nuevo.

Ése es el problema de que las máquinas de condones estén en el baño de las tías, y en el ellos o no haya o no queden.

O nos les da la gana de comprarlos... qe hay cada especimen por ahí suelto...

Arriba los globitos!!!

Perdón, estaba distraído, ocurre algo??