Vega
| Sujet: Fragmento #4 – Alguna parte 06.01.09 3:27 | |
| Jueves, 21 de febrero de 2008 En Sevilla - Espera, espera... ¿me estás diciendo que no te lo tiraste? - Joder, Diana, siempre pensando en lo mismo… “En eso y en los créditos de libre”, me faltó decir. Para ella es totalmente inconcedible que entre Markus y yo no haya pasado nada. Desde que he llegado me atosiga con el mismo tema una y otra vez. La verdad no sé qué más quiere saber ; me hace gracia que su compañera de piso se haya ido sin dar señales de vida y que lo único que le interesa sea si se ha ligado al pavo de turno. Mientras hacemos la comida vuelve al ataque, porque Diana no se rinde fácilmente. - Vamos a ver. Conoces a un alemán que viaja solo, que es arquitecto y fotógrafo, interesante, simpático y que encima está cañón. Hay algo que no entiendo… Es igual, Diana, nunca vas a entenderlo. Meneo la cabeza y me voy a la azotea. No tengo por qué explicarle que conocer a Markus ha supuesto un antes y un después en mi vida, que con él he aprendido que hay personas que viven de verdad y que se interesan por el mundo que les rodea, y que me he dado cuenta de que me he olvidado de ser así, porque he perdido la curiosidad de los niños y la voluntad propia. Quiero ser como él, quiero que me ayude a lograrlo. Y para ello hace falta algo más que una sonrisa bonita y un par de polvos. Desde la azotea se ve casi todo. La calle rebosa vida por los cuatro costados, y al observarla desde arriba siento que no soy partícipe de todo ello. Hay algo que me estoy perdiendo. Tantas horas de estudio, paseo, aburrimiento, música y conversaciones insulsas tienen que salir por algún lado, y creo que ha llegado ese momento. Ahora toca cambiar, dar un giro, entrar en crisis y no parar de buscar hasta llegar a… Diana me ha seguido. Se apoya en el pretil, a mi lado, y musito: - No voy a volver a verlo. Creo que hasta es lo mejor. - ¿Por qué? - Así podré aprender por mí misma. - ¿Aprender a qué? | |
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