Atria
| Sujet: Fragmento #5 - Crisis 06.01.09 15:25 | |
| Sábado, 8 de Noviembre de 2008 En Barcelona - Ya no vas a huir más de mí, Leire... - digo frente al espejo en el servicio de la redacción. Es casi la hora de terminar y Alejandro me ha dicho que dentro de quince minutos, el jefe de la sección quiere verme. Confirmación de traslado. El camino está solitario; casi todo el mundo ya se ha marchado. Llamo a la puerta y, tras oír la voz del jefe invitándome a pasar, agarro el picaporte con fuerza y abro la puerta. Ese momento. Fue ahí cuando me di cuenta de que no era igual que antes. Que todo había cambiado y que debía darme prisa si quería ese giro radical, que lo estaba consiguiendo. Y que, sobre todo, una decisión más impuesta en mi vida, no me iba a impedir intentar encontrar un motivo añadido para poder ser algo más que una simple cara de llanto y preocupaciones... Un largo año, sí... Una gran pérdida de rumbo y un encuentro rápido y eficaz. Había sido tan inevitable y a la vez tan poco planeado que las palabras que voy a escuchar a continuación de mi jefe, poco me importan, la verdad... Y para ser sincera conmigo misma, lo único que pienso en este mismo instante es en Leire y en su situación. Necesito verla. Un respiro de ánimo, un momento de escucha intensa... Una risa alocada y una cerveza recién abierta. - No podemos permitirnos seguir aquí contigo, Bedda. La línea ideológica del periódico tiende a reducir tu sección y es imposible seguir con tantos redactores. Y boom... No, no ha sido una bomba, ha sido algo más que eso. Un momento de relax después de una puñalada, un cariño lejano, muy, muy necesitado. Y unas palabras que ahondan... Que han ahogado hasta la más profunda yaga de mis pensamientos. Bajo las escaleras con una maleta llena de todos mis informes, folios medio vacíos (medio llenos de sandeces), incluso mis bolígrafos de la suerte para días clave. No me siento parte de la historia. No actúo como la protagonista de mi propia historia, sino como la amiga de la protagonista. Es mi historia, mi capítulo. Tras el porche del edificio principal me hace señas con los faros un coche al otro lado de la carretera. Me acerco. - Te llevo a casa, hoy no has traído el coche, ¿verdad? - Si no te importa... - Tranquila. Encontrarás algo muy pronto. Confío en ello. Alejandro conduce muy tranquilo. Su día ha sido tan diferente al mío, que hoy es imposible consolarme pensando en su mísera situación. Porque la mía es peor que mísera. Aún así, mis fuerzas son más intensas que nunca. - ¡Hola, Leire! - ¿qué me pasa?... Podría decirse, incluso, que estoy feliz... Silencio. - ¿Leire? Se oye un murmullo en su habitación. Entro muy lentamente, preguntándome si Leire sigue siendo la de antes... Si nuestra relación no se ha enfriado con el paso del tiempo. El tiempo ha pasado y yo la necesito más que nunca... La necesito porque me necesita. - Estoy embarazada. Es curioso cómo en momentos de crisis, siempre aparecen líderes interesantes. | |
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