Fragmento #21 - Fría recepción

Esta Navidad se presenta agresiva, tanto que el frío invernal se me adhiere a los huesos recordándome, dolorosamente, que por mis articulaciones aún corre la sangre. Sangre fría. Me duele mucho tener que hacer esto pero no tengo otra alternativa.

Todo el mundo piensa que estoy en la Facultad, supuestamente, acudiendo a clase; pero hoy es una excepción que aprovecho para visitar a una conocida de hace mucho tiempo. No sé cómo me recibirá, supongo que no con los brazos abiertos, pero eso es irrelevante. Lo importante es el objetivo de mi visita y ella me va a escuchar y a darme una dirección.

Serenidad ante la incertidumbre, solo deseo eso. Llamo al timbre. El móvil vibra, es Estrella. ¡Dios!, ¿qué coño hace Estrella llamándome ahora? Suerte que es una llamada pérdida, se la devolveré más tarde. Vuelvo a llamar al timbre de la puerta... ¡Estrella! Ahora es una llamada. Descuelgo.
- ¿Sí?
- Hola, cariño.
Su voz, su cálida voz que hace imaginarme sus preciosos ojos negros, sus labios sedosos, sus cabellos castaños; turban mis objetivos.
- Hola, cielo. - No ha sonado convincente, tengo que intentar hablar con más naturalidad y no como lo haría un sicario. - ¿Qué tal? - Mucho mejor.
- Oye, ¿no estás en clase?
- No. Me he puesto enfermo...
- Como siempre justo a la hora señalada. - Me completa la frase ella aunque no sé muy bien a qué se refiere.
Miro la hora, es la correspondiente a la asignatura en la que nunca entro.
- Me tienes sincronizado, ¿eh?
- Hasta tus latidos los tengo contados.
- En ese caso, debes saber que palpita por tí.
- Tengo ganas de verte, ¿nos vemos en media hora en tu Facultad?
- Claro, te veo allí.
- Te quiero.
Cuelgo. Estrella me manda su segunda señal para que el reencuentro no se llevase a cabo. Voy a pensar que es mi ángel guardián.

Me encamino hacía la calle cuando la puerta de la casa se abre, una chica joven se asoma, aunque el tiempo se ha portado con ella con suma dureza, como refleja su rostro.
- Entra.
- De acuerdo.
Mi voz ha adquirido ese tono frío, y eso me asusta.