Fragmento #15 – Vuelve a la cama

Llueve. La ciudad se descompone tras las gotas como heridas grabadas sobre el cristal. La gente corre bajo la lluvia sorpresa, se abren paraguas. De pronto, toda esta habitación cobra un aura mágica, una infinita sensación de refugio salvador coronada por el tintineo de las nuevas gotas de lluvia que vienen a grabarse contra el cristal.
-David, vuelve a la cama.
Tardo unos minutos en hacerle caso. Cuando pierde sentido seguir mirando la depresión de las nubes, me reconcilio con el calor que emana de las mantas.
-¿Cómo estás, poeta?
Roto, pienso. Sólo la miro, entonces ella me besa y el juego vuelve a empezar.