Fragmento #16 – Mamen

Hace casi un mes que nos conocemos. Qué vertigo da esto del tempus fucking. ¿Es ella la razón por la que estoy peinándome? A ver, David, ¿qué diablos? Dice mi madre que debería peinarme si quiero aparentar ser un ciudadano normal, y no un camello de los que ella ve por la tele en series de adolescentes. Creo que soy el único ser humano que no se reconoce frente al espejo. En fin...paso la mano por encima, revuelvo y ya está. Coge la chaqueta, la bolsa de tabaco, los condones...Perfecto, vámonos.

---

-¡David!
-Hola.
Me da un beso, de frente. Plash.
-Pasa, pasa, no te quedes ahí.
Avanzo. El pasillo está decorado por flores, cuadros y algún póster del Canto del Loco. Los dos primeros son propios de un piso de alquiler. El tercero evito mirarlo.
En el salón, sus dos compañeras de piso están tiradas sobre un sofá, viendo la tele. Me miran, susurran un hola y vuelven la mirada hacia la pantalla. No les caigo bien. Será porque huelo a alcohol, lluvia, barro, porro...tampoco lo intento.
-Mamen, ¿vas a salir?- ni siquiera ha apartado la vista...¿puede el ser humano justificar tanto odio con un estereotipo?
-No, no, nos quedamos en casa.- así que ellas saldrán, para no escuchar la razón por la que me recibe y me mete en su cuarto.
Me mete hacia dentro y cierra la puerta. Me cuenta cosas sobre su familia (algo así como que el perro de su tía ha cogido un constipado) pero no me interesa. Me voy quitando la chaqueta y luego me siento a su lado, en la cama.
-Tienes que afeitarte- ¿perdona? Yo creo que no.
Me acaricia el mentón un rato. Está muy guapa, le sienta muy bien el pelo suelto.
-Mamen...
-En unos días hacemos un mes.
La beso. Se acabó la conversación.