Fragmento #60 - Solo

La soledad es una forma de morir. Llevo aquí unos pocos días, sin sentido. Camino mucho, estoy aprendiendo Barcelona con cierta desesperación. Pronto me aprenderé el nombre de los perros y los gatos callejeros, con los que comparto la vocación y el alma.
Hoy, todo el mundo va cogido de la mano, agarrado. Qué suicidio. Las parejas en la calle. Qué sucidio. Las parejas. Horrible. Flores, cajas enormes. Entro en el Corte Inglés. Ese lugar dónde puedes recargar el móvil en cualquier puesto (Perfumería, Juguetería) salvo el estanco y el quiosco. De todos modos, mi móvil debe estar surcando el Llobregat. No, lo tengo en el bolsillo. Pero poco le falta.
- ¿Sí?
- Tabaco.
- ¿Cuál?
Va a darme una cajetilla. Aún no domino la telepatía. No.
- No, no, tabaco de liar, gracias.
- ¿Algo más?
- Para recargar cinco euros...
- Váyase a perfumería, señor.
Y de paso huela bien, le falta decir. Bah. No huelo tan mal. He encontrado una pensión donde por diez euros paso la noche. Cama, ducha, desayuno. Y un lugar donde dejar la maleta y la guitarra. Ahora sólo me falta encontrar trabajo.
Por las noches visito los cines, los bares, las discotecas. Me visto de oscuridad. Para que no me vean las parejas mientras yo los observo y me rompo. La salvación. La puta salvación.
La soledad es una forma de morir.