Alnilam
| Sujet: Fragmento #59 - Un mal día 15.02.09 14:12 | |
| Viernes, 13 de Febrero de 2009 En Sanlúcar de Barrameda Cuando se presentó allí, pensé que sería víctima de mis penas. Que se convertiría en mi paño de lágrimas. Pero, algunas veces me olvido que las personas son humanas y como tales, se dejan llevar por el materialismo, el morbo, la envidia y la codicia.
Joaquín, aquel amigo de Sara, que montó la fiesta en su casa junto con Pablo, coincide conmigo en la cafetería. Se presenta ante mi, me da dos besos y yo lo invito a sentarse. Pide unca coca cola light. Lo miro cómicamente y el me contesta con un tono de excusa. - Cada uno tenemos nuestros gustos, ¿no? Si me gusta desayunar coca cola, ¿qué? Sonrio y llamo a la camarera. - Ponme un ron cola. Ella se marcha y Joaquín me mira de arriba abajo. - ¡Ya hay que tener estómago para tomarse un ron ahora! Me lo sirve y le dedico una mirada a la chica, que corresponde con una sonrisa. - Una de dos, o estás loco, o... - Deja la frase ahí. - ¿...O qué? - Le obligo a continuar. - Nada, nada. Olvídalo, era una grosería por mi parte. - Dilo. - No, en serio, cariño, no pretendía... - Ibas a decir que busco olvidar algo, ¿no es así? Joaquín asiente. - Pues sí, busco olvidar. - ¿A Sara? Asiento y le doy un sorbo a la bebida. - No la olvidarás nunca, Jaime. Porque ella forma parte de ti, de tu corazón. Y por todo el alcohol que consumas, siempre estará ahí. - Como un espectro. - Aclaro sonriendo. Joaquín le da un sorbo a la bebida, que ya había sido depositada en la mesa. - El amor que nos tienen las personas, no se puede olvidar, Jaime. Es lo que nos impulsa a seguir con nuestras vidas y si me apuras a cometer locuras. ¡Pero cúanta sabiduría albergan sus palabras! - Por cierto, Jaime, ¿cómo ha muerto? - ¿Qué importa? - Me importa mucho. - ¿Tanto interés tienes en saber cómo ha muerto? ¿Qué pasa?, ¿no te contentas con saber cómo ha vivido?, ¿quiéres conocer hasta los detalles más íntimos de ella? Menudo amigo estás tu hecho. Desde luego, ya sé de qué pie cojeas, cabrón. - Le digo muy serio. Joaquín se apresura en darme una explicación. - Lo siento, no pretendía herirte, supongo que fue muy duro. - ¿Qué sabrás tú? Era tu amiga y solo te preocupa saber cómo ha muerto. - Hago una pausa. - ¿Sabes? Si quieres saber cómo perdió la vida, lee los periódicos en vez de los programas del corazón que tan gordo te tienen que poner. De mis labios no saldrá una sola palabra. Joaquín se levanta para marcharse pero le detengo. - Solo una cosa más, "Joaquinito". - Joder, me ha quedado como a Colombo. - Con respecto a que si no seré capaz de olvidar a Sara, bueno, que sepas que tengo más recursos que el alcohol. Y si no, mira.
Me levanto de la mesa y busco, en la barra a la camarera. Confío en que haya la suficiente distancia como para que no se escuchen las palabras que le dedico a la camarera. - Perdona, ¿no tendrás un bolígrafo para dejarme, ¿verdad? Ella me sonríe y me da lo que busco. Yo mientras cojo una servilleta. - ¿Me puedes dar la hora? - Vuelvo a pedirle. Ella se gira para mirar la hora del reloj, que estaba colgado en la parte alta de la pared. - No, no, por favor. - La detengo antes de que se de la vuelta completa. - La de tu móvil. Se saca del pantalón el teléfono, pulsa un par de botones, la pantalla se ilumina y la hora aparece ante sus ojos, como por arte de magia. Yo mientras voy apuntando un número de teléfono cualquiera. Ella dice la hora y yo apunto los dos últimos números. Le doy las gracias y la dejo allí, atendiendo a los demás clientes. Me dirijo a Joaquín. - ¿Has visto? Me ha dado su móvil. Ya tengo garantizada la diversión para los días que me quedo aquí. Y, ¿Sara? Desaparecida en combate. - No debería haber dicho eso, se me ha formado un nudo en la garganta y las lágrimas están a punto de brotarme. Joaquín me mira muy serio, obviamente, se ha creído lo del número de teléfono porque ha visto las sonrisitas cómplices y las miraditas y ha dado por zanjado que era cierto. Se marcha y yo vuelvo a sentarme y tomar el asqueroso brebaje que me han preparado.
Se acerca de nuevo Joaquín. - Oye, Jaime, lo siento. De veras que lo siento, no quise hacerte daño y mucho menos, perderle el respeto a Sara. Es solo que... Bueno, nunca le había pasado nada así a alguien tan cercano a mí. - Murió por mi. Ya lo sabes. Así que corre a decírselo a los demás morbosos que ella tenía por amigos. - No, Jaime. La muerte de Sara ha sido algo tremendo, y si ha muerto como has dicho, no merece la morbosidad de los demás. Lo único que te digo, es que ella siempre habló bien de ti e irónicamente, ha muerto por ti. No contesto. - Oye, sé que no es el momento, pero te lo digo porque te veo mal y necesitas despejarte. Mañana celebro otra fiesta, - me dan ganas de preguntarle si también habrá globitos pinchados y martinis drogados, pero él no tuvo la culpa. - ya sabes, es San Valentín, y habrá música y bebidas. ¿Por qué no te vienes y te distraes un poco? - Lo pensaré. - Me limito a decirle. - Puedes traerte a la camarera, si lo deseas. Asiento. Joaquín se marcha y a mi, el muy cabrón, me deja, encima, con la duda de si no he sido demasiado duro juzgándole, pero, que se joda. | |
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Nekkar
| Sujet: Re: Fragmento #59 - Un mal día 15.02.09 15:03 | |
| A eso lo llamo yo empezar fuerte el día | |
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Alnilam
| Sujet: Re: Fragmento #59 - Un mal día 16.02.09 21:11 | |
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| Sujet: Re: Fragmento #59 - Un mal día | |
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