Ankaa
| Sujet: Fragmento #101 - 14 27.04.09 21:22 | |
| Lunes, 27 de abril de 2009 En Barcelona
Estos días han sido muy duros. Me he sentido completamente sola, más que en toda mi vida. Estaba rodeada de gente, pero nadie parecía verme. Incluso el monstruo que me controló durante tanto tiempo parece haberse tomado unas vacaciones. Pero todo eso hoy desaparece. -Toma, póntelo. Este color siempre te ha sentado muy bien –me dice Laura sonriente mirando compliz a Tántit. -Y estos pendientes a juego –dice mi amiga abriendo sus manos ante mi y dejando al descubierto dos rosas rojas y brillantes. -No sé –respondo-. Con el pelo tan corto no me siento muy guapa. Me miro al espejo de mi habitación en el piso de tío Bernard. He recuperado peso y vuelvo a parecer una adolescente, pero es como si me hubiera marchitado, o quizá sólo lo vea yo. -Deberías estar contenta por estar hoy aquí, Astrid. La señora Valette me sorprende y me abraza dándome un paquetito cuadrado y envuelto en un pañuelo de seda. Durante un segundo un escalofrío me recorre la columna. -Tranquila, no son cartas ni nada por el estilo. Sólo es un amuleto de la amistad –sonríe con inocencia. Abro el paquete y veo una piedra azulada con una runa inscrita en su superficie. La señora Valette me ayuda a atar el cordón de piel alrededor de mi cuello. -Estás preciosa –dice Tánit. El vestido rojo que me ha regalado Laura me llega hasta las rodillas. Los pendientes dan algo de color a mi rostro demasiado pálido. Sólo mis hombros, descubiertos, dan muestras de la delgadez que me llegó a consumir. Unas manos cálidas se posan sobre mi espalda como dos pajarillos nerviosos. Noa está allí, junto a su madre. Ha crecido mucho desde la última vez que le vi. Lleva el pelo un poco más largo y viste de ancho, a la moda skate. -Hola –dice avergonzado-. Este es nuestro regalo. Felicidades Astrid. Me da un beso en la mejilla y yo el abrazo. Mi corazón se desboca al sentirle tan cerca. Miro a mí alrededor y les veo a todos allí, bueno, a todos no, pero aún así la alegría se desborda y empiezo a llorar. Justo en ese momento tío Bernard entra con unos zapatos a juego con el vestido. -Astrid –exclama sobresaltado y corre hacia mí-. ¿Estás bien? ¿Qué ocurre? ¿Estas cansada? Aparta a Noa de mi lado y me acaricia la cabeza, sin dejar de interrogarme. -Sólo soy feliz –susurro. Tío Bernard me da un beso en la frente. -No llores por eso, mujer –contesta. Me cubro con el pañuelo granate que Noa y su madre me han regalado, y me calzo los zapatos de tío Bernard. Últimamente parece que todos se confabulen para hacerme sentir como una princesa cada vez que salgo al mundo exterior. -Vamos o llegaremos tarde –apremia tío Bernard. En la calle hace calor, aunque el aire sopla a ráfagas cortas que me erizan la piel. Una vez en el metro pregunto a Tánit si sabe a dónde vamos, pero no dice nada, así que callo y escucho las conversaciones que mantienen en grupitos. Finalmente llegamos a las puertas de un restaurante del barrio de Gracia. Tío Bernard se adelanta para dar el nombre de la reserva y todos entramos en orden. Entonces les veo, sentados, esperando en una larga mesa negra con platos blancos de diseño. A mi profesor de artes marciales, a Violeta, la profesora de dibujo, a Daniel, el músico-escritor que me sonríe haciéndome un gesto para que me acerque y, en una esquina, a Amako. Lleva el pelo recogido y viste un traje negro que destaca su figura angulosa. Corro hacia ella y sin ningún disimulo la abrazo. -Entregué la carta –susurra. -Gracias por venir –contesto. -Nunca me perdería tu cumpleaños –ríe arreglándome el pelo con unos pasadores de flores plateadas. -¿Has escrito mucho? –Me pregunta Daniel acercándose a nosotras, haciendo referencia a la libretita moleskine que me regaló. -Sí –admito. Le doy la libreta. -Puedes leerlo, si quieres. Él sonríe satisfecho. La abre y la ojea. -Veo que voy a tener trabajo. Así mi regalo no caerá en saco roto. En el paquete hay dos cosas: un conjunto de libretitas igual que la que yo le he devuelto y una estilográfica nuevecita. -Felicidades. Le abrazo con cariño. Su consejo fue lo que me ha mantenido alejada de la rabia que me consumía, nunca imaginé que escribir pudiera hacer eso; tenía razón con lo del exorcismo. La cena pasa demasiado rápido. El pastel llega y soplo las velas. No pido ningún deseo, pues todo lo que pudo querer está en la sala. -¿Segura? –me susurra al oído Amako, siempre alerta de mis pensamientos más íntimos. -Prefiero no desear lo que no está a mi alcance. Me coge de la mano por debajo del mantel mientras todos vuelven a entonar el cumpleaños feliz. | |
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Nekkar
| Sujet: Re: Fragmento #101 - 14 27.04.09 23:08 | |
| Por ser una chica excelente, por ser una chica excelente... | |
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Ankaa
| Sujet: Re: Fragmento #101 - 14 30.04.09 9:48 | |
| Jejeje, ya es el segundo año que cumple Astrid en listas. ¡¡QUE BONITO!! No imaginé que llegaría tan lejos con este personaje Por cierto, algunos de los personajes son reales y viven en Barcelona. JUAS JUAS JUAS | |
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Nekkar
| Sujet: Re: Fragmento #101 - 14 30.04.09 13:37 | |
| Espero que Amako no sea uno de ellos, que me da miedito ¬¬ | |
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Ankaa
| Sujet: Re: Fragmento #101 - 14 04.05.09 10:32 | |
| Quien sabe. Últimamente conozco a tanta gente rara que podría ser ^__^ | |
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| Sujet: Re: Fragmento #101 - 14 | |
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