Fragmento #69 - Pablo

- ¿Qué haces en Barcelona?
- No lo sé.
Dejo pasar un momento. Creo que es la primera vez, desde que vine aquí, que me han hecho esta pregunta. Y ahora que lo pienso, ahora que me paro a pensarlo, "ey, David, ¿qué narices estás haciendo aquí, en esta ciudad, este sitio?". Ahora, la verdad, no lo sé. No puedo responder. No.
- La respuesta sería otra pregunta. ¿Qué hacía donde estaba antes?
Él asiente. Es fantástico. Si dijera algo, si contestara, lo estropearía. Es fantástico. Sólo calla, mira a la mesa y luego apura lo que le queda de cerveza. Me mira.
- Voy a por cerveza - y allá que va.
Es medianoche. La hora justa, la hora a la que le salen ramas. Es justo ahora cuando el cielo tiembla un poco y el paso de un día a otro se materializa. Y aquí estamos, unos minutos después de habernos encontrados, en un bar. Ha bastado mirarnos un momento, poquísimo. Hemos necesitado muy poco para entender que necesitábamos hablar. Para entenderlo todo. Pablo vuelve con dos cervezas.
- Gracias.
Bebemos. Nos miramos.
- ¿Y tú qué haces en Barcelona? - ahora te toca a ti, majo.
- Huir.
- ¿De qué?
- De una mujer.
Todo parece cobrar sentido. Todo, todo, todo gira por un momento, nos ha vuelto y nos ha sumergido, nos ha arropado y crecido en el pecho el equilibrio de las peonzas.