Fragmento #104 - Putas y mazmorras.

Hay días... Mejor dicho noches en las que cuando quieres darte cuenta estás entre rejas. Sí, encarcelado por las autoridades por haber pretendido acabar con una pelea y terminar siendo un guerrero más. Y si ayer, o hace unas horas, la palabra que lo definía todo era patético, la de este momento es: Subrrealista. Ni a Salvador Dalí se le hubiese ocurrido pintar este cuadro donde los protagonistas son el gilipollas que me atacó, la chica de la nariz rota, un travesti sadomaso, sí Wally está más a la derecha, la putón berbenero y yo. La última chica es mi genial compañera de celda. Que por la pinta... Joder, es una niñata. Seguro que se mete en todos los berenjenales habidos y por haber para demostrar que es la más guay. Cómo me hubiese gustado que mi compañera fuese Carmen Electra.
- Tú me insultaste, guapa. Me llamaste furcia.
- Tú me llamaste primero furcia.

O sea, madurez nula. Ahora entiendo eso de que para algunas cosas solo está Mastercard.
- ¿Qué cuernos? Yo no tengo cuernos. Eso tú, que te crees que son todas iguales a ti.
Joder, por favor que traigan palomitas y cocacola, creo que se va a dar el desenlace de la película.
-... Tienes más cuernos que el padre de Bambi. - Ya está, ya lo ha adjudicado Shere Khan.
- Me veo obligado a intervenir. - Si la tipa esta que parece el tigre del libro de la selva sigue mirándome así... - Utilizar la cultura Disney para atacar a un hombre...
- ¡Bambi! Ese iba dedicado a ti.
- Qué detalle, gracias.

Vuelvo a cruzar las piernas y a mirar al infinito. Hasta que me da por mirar al travesti sadomaso. Me mira con lascivia. Se llevo un dedo a la boca y se acaricia los pechos. No sé por qué, pero siento miedo. Más del que sentí cuando mi madre me trajo al mundo. Por todos los santos, no sabía que este tipo de personas eran así. Sin embargo, yo no debo ser un sex appeal porque creo que se está fijando más en el coronado con los cuernos.
- Chato, cámbialo a mi celda, que le voy a pulir los cuernos.
Sí, le gusta más el de los tochos. Qué suerte la mía o me podría haber puesto el culo como una moneda de dos euros.

Los guardias lo van a cambiar de celda. Me parece que el travesti no, pero alguien le va a dar por culo a este pobre muchacho que carga con cornamenta pesada... Un momento, a mi también me han puesto los cuernos... Eso significa...