Fragmento #121 – Try

La tengo de nuevo ante mí y seguramente piensa que soy un cabrón. Lo más probable es que lleve razón. Me cité con Alma en terreno neutral, cuidando especialmente que no fuera ningún lugar donde hubiéramos estado antes, para evitar recuerdos y pensamientos traicioneros. Aunque, a quién pretendo engañar, el simple hecho de verla ya trae a mi mente muchas imágenes de nuestra relación, de lo que un día tuvimos. Ella espera expectante lo que tenga que decirle sin pronunciar palabra, quizás por miedo a llevarse otro varapalo por mi parte. No la culpo, yo en su lugar también mantendría las distancias.

- He pensado mucho en cómo te diría todo lo que ha pasado… Pero sigo sin encontrar la manera idónea.
- Lo que tengas que decir, dilo ya, Jaime. No lo hagas más difícil.
- Está bien… - la tomo suavemente de la mano y el contacto con su piel me reafirma en mis sentimientos. Ha llegado el momento de descubrir mis cartas.
- Alma, te quiero. Y créeme que lo último que podría querer es hacerte daño. Sé que te lo hice dejándote, pero las circunstancias me obligaron a tomar decisiones difíciles para mí, y… también para ti. Pero necesito que sepas que, en este tiempo que hemos estado separados, no he dejado de pensar en ti – niega dubitativamente con la cabeza.
- Desapareces de mi vida. Y ahora de repente vuelves y me dices que me quieres, que todo este tiempo me has seguido queriendo… ¿Por qué? Jaime, dime por qué. Qué lleva a un hombre enamorado, como tú dices, a apartarme de su vida.
- Tengo un hijo – Alma ha palidecido – Bueno, aún no lo sé con certeza. Apareció en mi casa, un bebé. Estoy intentando averiguar de quién es, quién es su madre. Y sobre todo, si realmente es mío.
- Un niño…
- Entiende que no podía involucrarte en ello. Es mi problema, aunque yo ni siquiera lo haya buscado, y debo resolverlo por mí mismo.
- Me pediste matrimonio. Y te dije que sí porque quería involucrarme en tu vida y que tú te involucrases en la mía. Se supone que íbamos a ir un nivel más allá. Y sin embargo tú… me apartaste de tu lado a las primeras de cambio.
- Sólo quería mantenerte al margen. Buscaba lo mejor para ti.
- Te pierde tu instinto sobreprotector.
- Lo siento…