Vega
| Sujet: Fragmento #6 – Huyendo 06.01.09 3:29 | |
| Viernes, 29 de febrero de 2008 En Sevilla La tarde ha sido de las más intensas que recuerdo. Dudo que tanto tiempo en una biblioteca sea bueno para la salud, pero hay que tragar de vez en cuando. Para despejarme, mejor vuelvo andando, que hace una tarde estupenda. Por ahí delante van David y su novia, Susana. No es que me apetezca especialmente hablar con ellos, aunque si no los saludo y me ven van a pensar que soy una maleducada. Tampoco quiero interrumpirles, van ahí cogidos de la mano y me da no sé qué... En fin, aprieto el paso que tengo ganas de llegar a casa. Poco a poco, mientras se hace de noche, voy entrando en mi barrio, y me cruzo con Antonia. Cambio de acera al canto. Rápido y certero. A saber qué cotilleo tenía hoy preparado. Por fin llego a la puerta de casa. No llevo ni cinco minutos sentada en el sofá con mi tarrina de vainilla con cookies cuando entra Diana con una extraña bolsa y cara de susto, mirándome como si hubiera robado algo importantísimo. - Venga, podéis pasar.- comunica a una tropa de estudiantes de medicina. Todos ellos, cargados de carpetas de apuntes, entran apresuradamente en el salón, con unas risitas nerviosas que me escaman. Efectivamente, mis sospechas se confirman. Tras un “Helena, no te vayas a asustar”, aparece sobre la mesa un cerebro humano chorreando formol. La situación es totalmente grotesca; todos me miran, como si buscaran un gesto de aprobación. - ¿Pero qué coño estáis haciendo?-grito- Se supone que es robado, o algo así ¿no? O eso espero… - Calma, tía, no pasa nada. Lo hemos cogido del laboratorio, pero que mañana lo devolvemos. No te preocupes, pero no vayas a decir nada.- se disculpa Diana. - Sí, bueno, yo no se lo voy a decir a nadie. ¿A quién se lo iba a decir? - Es que mañana hay examen, y lo necesitamos para estudiar.- suelta uno de ellos. - Yo me voy de aquí, no me gusta la casquería encima de mi mesa del salón. Estáis locos.- meneo la cabeza y me vuelvo a mi habitación a escuchar música. Ya dije que hoy no tenía ganas de hablar con nadie. | |
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