Fragmento #2 - Nuevo rumbo

Ayer fue un día de reflexión para mí. ¿A dónde quiero llevar mi vida? ¿Cuál será mi siguiente paso? ¿Qué me depara el futuro?
Vivir con el recuerdo amargo y doloroso de un amor frustrado, ocultándome de todo el mundo y temiendo el hecho de volver a fracasar en una relación, no es la mejor forma de continuar mi vida.
Así que he cogido mi libreta que tenía olvidada en uno de los cajones de la mesita de noche, entre tanta ropa interior. Mi fiel compañera de antaño, la que uso para apuntar mis ideas, esbozos y algún que otro dibujo garabateado con relación a mi inacabada novela.
Así he comenzado a enumerar todas las cosas que deseo cambiar en esta nueva etapa de mi vida que me espera. Ha llegado la hora de poner un nuevo rumbo:
Primero: Debo encontrar un buen amigo con el que compartir opiniones, pensamientos, ideas…No tiene porque ser un calco de mi persona, de hecho prefiero que sea opuesto a mí, así las discusiones serán más amenas. Cada uno con su punto de vista diferente.
Segundo: Tengo que superar de una vez esta crisis creativa que me está volviendo loco. Sé que no ocurrirá de la noche a la mañana y que quizás lo mejor sea ir lentamente, sin prisas, poco a poco. Comenzaré por escribir algún corto y luego pasaré al plato fuerte: Seguir con mi novela.
Tercero: Y creo que es lo más principal ahora mismo. Cambiar de look drásticamente. El rollo oso pardo de las montañas estaba bien en los años ochenta, además no me sientan bien ni la barba ni el pelo largo.
Y eso es lo que hago. Me dirijo al cuarto de baño y comienzo el antiquísimo ritual del afeitado. Tras unos veinte minutos y tres cortes en la barbilla, me miro al espejo. Ahora estoy mucho mejor que antes aunque aún queda solucionar un cambio de peinado.
Poco a poco iré cambiando.