Fragmento #19 - La señal de la Estrella

- Dice que se llama Estrella.
Con estas palabras respondo a la pregunta de Rocío ante la incógnita de no saber quién es esa persona que me ronda la cabeza.

La marcha hacía el frente es algo que me hace daño, pero que no tengo más remedio que seguirla, la vida es así. Aunque Sara me sigue doliendo porque ha formado parte de esa vida en proceso, es algo que no puedo negarme a mí mismo. Nuestro asunto es reciente relativamente y esto es lo que me está pasando factura en mis decisiones actuales. Para mí, Sara está muerta y a los muertos solo se les puede llorar... Y tal vez, envidiar.

Sé que mis acciones reciente no son muy éticas, para cerrar la herida de Sara busqué el amparo de Adriana, su compañía me hizo más bien del que nunca hubiese imaginado, aunque en cierto modo, aunque muchos no lo crean, sabía que la sombra de Martín estaba ahí. No busco el perdón de Dios, ni tampoco justificarme por lo que hice, al fin y al cabo, lo hecho, hecho está.

Y ahora, Estrella. Mi Estrella. ¿Acaso su nombre implica una señal del cielo?
- ¿Cómo te va con ella? - Es la pregunta de Rocío cuando cruzamos uno de los pasillos de la Universidad que aún no ha sido cerrado por el rector.
- ¿La verdad? - Rocío asiente. - Es que tengo un miedo de cojones. - Dejo escapar una risa nerviosa.
- ¿Por qué?
- Porque ella es una chica muy linda, debe de tener montones de chavales que la quieran y estoy seguro que son mejores que yo.
- Pero te ha elegido a tí.
- Sí y no. Nunca me ha dejado las cosas claras. Si está mujer me diese una señal...
- Pues mira tu móvil.
Rocío lleva razón, mi móvil está plagado de mensajes de ella con una cierta índole cariñosa.
- Vale, pero ¿y si al final resulta que no le gusto?
- Bueno, seguramente te lo dirá antes de que empeceís a estar en serio. Es mejor que te lo diga ahora que no dentro de unos meses cuando lo esteís.
- ¿ Y si le gusto? - Hago una pausa. - Dios, ¿y si ocurre lo mismo que con Sara?
- Bueno, eso nunca lo sabrás si no le das una oportunidad.
Inclino la cabeza.
- Mira, Jaime, tienes que dejar de hacer el ganso. Esa chica te hace bien, hacía tiempo que no te veía así, te ha devuelto las ilusiones, las ganas por luchar; y eso, guapo, no lo consigue cualquiera. Y te lo dice tu amiga que te conoce desde hace ya muchos años.
Rocío me da un beso.
- Jaime, queda con ella. No te va a decir que no.
- Necesito una señal que me diga que yo soy el hombre en el que ella piensa.
- Tal vez ella necesite la misma señal.
Sonrío. Tal vez tenga que dejarme llevar por esa orgía de factores humanos.
Rocío entra en clase. Es la primerra vez que lleva razón y no me jode que la tenga. Estrella me está cambiando la vida, hasta el punto de que la botella ya la veo medio llena, el único problema es que necesito una señal. En cualquier caso, creo que hay suficiente en la botella como para emborracharme.
Mi móvil vibra. Es un mensaje de Estrella...