Fragmento #10 - Volver

Cierto es que aquella mañana todo era diferente. Sentía deseos de no regresar a la misma situación, al mismo lugar y, como consecuencia de esto, a los mismo sentimientos.
Esta es la razón básica que fundamentó mis ingeniosas - y descritas como una locura por mi madre y alrededores - ideas de mudarme a Barcelona. Un lugar en el que todo era tan distante de mi antiguo lugar, que me costaba recordar, incluso, un día cualquiera que no formara parte de esa vida actual que ahora es mía. Solo mía.
Ese era mi objetivo y aquí estoy. Dos años después en una ciudad distinta, un apartamento distinto y también pensamientos diferentes.
Aver Bedda, piensa un final... Nunca un artículo sobre el nivel cultural de Barcelona me habría quebrado tanto la cabeza. Quizás si tuviera que hablar sobre las fases emocionales por las que he pasado a lo largo de mi vida, lo más seguro es que mis palabras ya hubieran surgido de manera inminente. Ahora lo tenía más fácil. Había mucha diferencia entre el nivel cultural de una ciudad y mi nivel y capacidad como periodista. Sin embargo...
La confianza conmigo misma me había facilitado al menos comunicarme con alguien. Aunque ese alguien fuese yo misma.
Sólo me quedan treinta minutos para mandar este artículo a la redacción y solo puedo pensar en lo delicioso y lo inspirador que puede llegar a ser un café ahora mismo. Así que me levanto y me dirijo hacia lo cocina, no sin antes darme cuenta de que el móvil está vibrando y me da la sensación de que no acaba de empezar.
Número desconocido.
- Diga?
No contesta nadie. Quizás es una señal. Necesito un cambio. Próxima semana: vacaciones. Desde mi punto de vista, hay muchas preguntas y pocas respuestas. Allá voy.