Fragmento #106 - La lucha

Se va. Según me contó ayer Fidel se iba porque había hecho algo muy feo, muy malo a una persona muy querida: Me había engañado con su ex novio. Sé cómo debe sentirse. Se repugna y sabe que no tiene perdón, sabe que vaya a dónde quiera que vaya la culpa siempre la encontrará y da igual que se esconda bajo una silla, una cama... Da igual. Y sola. Eso es lo peor. Ser víctima de la culpabilidad y estar sola, sin que nadie pueda ayudarte... Es mucha carga para una chica.

Cuando cortas una relación, independientemente, del tiempo que haya sido; si ha habido un amor verdadero los lazos no se rompen así como así, persisten; como los coletazos de un pez cuando sale del agua. La lucha por lo que más quieres. Para el pez, la vida; para mí, mi vida es Alma. Ella es la responsable de que haya vuelto a sonreír y de que vuelva a ver la parte positiva de la vida.´

Sí, cierto, me ha puesto los cuernos con su ex novio, vale. Pero, ¿qué nos impulsa a actuar a veces cómo lo hacemos? Tal vez no debería perdonarla, como no lo hice con Sara y sin embargo, ella es distinta. La quiero. Y eso es lo importante. Eso es lo que más me importa.

-Pasajeros con destino a París - Orly vayan embarcando en el andén B- 2.

Y surge ella, como el ángel que es. Me da igual si Dios no la perdona, mi corazón lo ha hecho.

Alma se queda palida cuando me ve. La abrazo, la beso en la frente. Le digo que todo va bien... Y que me voy con ella. Sonríe. Me abraza con más fuerza y siento que mis palabras se confirman al decir que ella es lo más preciado, mi vida. Cogidos de la mano subimos. No pierde su sonrisa, ni quiero que la pierda. Está feliz. Me vuelve a abrazar y me besa la mejilla. Dice que no volverá a ocurrir, que no volverá a correr el riesgo de dejarme escapar...

Irónico, porque fue lo mismo que pensé para actuar como lo estoy haciendo.

Otra señal de que Alma y yo estamos hecho el uno para el otro.