Fragmento #16 - Recuerdos

La suerte es caprichosa, hoy te quiere a ti, mañana a ella. ¿Y a mí cuando me toca? No es por hacerme la víctima, es que no entiendo lo que pasa.
Parece como si el mundo entero se hubiera confabulado contra mí. No me habla. No me llama. No me manda mensajes. Yo tampoco lo intento ¿no? Pero es que se supone que es él quien tiene que comenzar el contacto, es quien lo comenzó todo.
Joder ¿por qué tiene que ser siempre así? No es que me haya hecho ilusiones con él, no era eso lo que quería, pero tal vez un poco de cariño, de comprensión, ¿es mucho pedir? Tal vez un hola qué tal, ¿Cómo estás? ¿te apetece ir a dar un paseo? ¿Tomar un café? ¿charlar un rato? No es que me fuera a lanzar a sus brazos como si de Superman se tratase, sólo quería un poco de comprensión por su parte. Yo estuve ahí cuando me necesitó ¿no? ¿por qué no hace él igual?
Escucho una canción de Pereza mientras pienso en esto. Me recuerda un poco a nosotros. Champagne, se llama. Estos tíos son geniales, me encantan. Tienen canciones para todos los tíos por los que he estado colada. Jose lo fue, en su momento, hace como 2 años. Recuerdo de entonces un día en el parque escuchando música. Parecía que estábamos solos, y comenzó a sonar en su iPod Love por Joss Stone, la del anuncio de Coco Mademoiselle de Keira Knightley. Siempre que lo veo me acuerdo de él, y de esto ya hace tiempo. Pero ya no lo es. Dicen que donde hubo fuego siempre quedan ascuas. En este caso es falso. Lo que pasó, simplemente pasó. Punto final y la firma (como diría un profesor de lengua).
Ya de él sólo recuerdo pocas cosas. Mi perfume, mis canciones, y poco más. Y su mechero, por supuesto, que lo llevo siempre conmigo.