Fragmento #91 - Ruta 66

Necesito una ducha, la ropa limpia. Son demasiados días viajando y demasiados días sin dinero. Y demasiado cansancio, y ganas de echarme en un colchón y quitarme el exterior de encima. Y cuando uno necesita refugio y no tiene nada ni conoce a nadie, sólo le queda la familia. Y resulta que tengo unos tíos (una hermana de mi madre) en Burgos. Y allá vamos otra vez, haciendo autostop en Madrid. Pero demasiado pelo y demasiada barba asustan mucho, y lo entiendo. Qué tiempos eran aquellos de los beatnicks, la ruta 66 y la buena gente que recogía autoestopistas y les daban de comer, beber y cantar. El viaje, vivir en el viaje. Eso era tradición, y no la feria de Abril. Qué tiempos, los de Ginsberg y los suyos, enmochilados y hippies. Y entonces se para una camioneta, se baja la ventanilla y aparece un rostro redondo, barba y gafas de sol. Suena country.
- ¿A Burgos?
- Sí.
- Yo voy a Escuderos. No te puedo acercar más, pero menos es nada.
Asiento, dejo la mochila en la parte de atrás y subo. Gracias a los dioses del rock and roll, por escucharme. Gracias...