Miércoles 27 de Enero de 2010
En Sevilla
Una amiga, es lo único que necesito en estos momentos. Ya sabéis a lo que me refiero, cuando quieres salir pero no tienes ganas de hacer nada concreto, o tal vez si estás sola en casa y te apetece ver una película (y sólo verla), o cuando necesitas un consejo pero no sabes demasiado bien qué tienes que preguntar. En fin, una amiga.
Llevo semanas sin apenas hablar con la que ha sido mi mejor amiga durante toda la vida, literalmente hablando. Estoy dolida, disgustada y triste con ella, y sólo me apetece ver Sexo en Nueva York. Y es que esas mujeres son increíbles, esa lealtad que se tienen entre ellas, ese cariño esa confianza; ojalá tuviera yo a alguien así. Pero por otra parte…
Ayer pasé un día increíble con gente a la que conozco hace apenas casi nada y tengo más en común con ellos que con todos mis amigos juntos. Cuando llegué por la noche a mi casa tenía casi ganas de llorar (igual tiene algo que ver un fenómeno que se produce en las mujeres conocido como
ovulación, pero no estoy segura). Apenas puedo esperar a que llegue el viernes.
Las cortinas de mi dormitorio son de color naranja y entra la luz de ese color. Ahora mismo estoy sonriendo, hace tiempo que no lo hago. Bueno, en realidad desde ayer, se me olvidaba.
Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro. Hoy me siento rica, espero que no sean billetes del Monopoly, la verdad.