Alnilam
| Sujet: Fragmento #25 - "Una parte de mí" 06.01.09 17:01 | |
| Viernes, 12 de Diciembre de 2008 En Sanlúcar de Barrameda El tiempo parece acompañarme, finas gotas de agua se matan estampadas contra la luna del coche. Dentro de poco comenzará a llover apasionadamente.
Elena está dormida en el asiento de atrás, la pobre no se atreve a dejarme solo por miedo a que me cargue a alguien. No la culpo.
Apenas hay alguien en la travesía, tan solo se nos han cruzado un par de cohes, un par de almas en pena, que me dieron la sensación de que se habían perdido... Como lo estoy yo. No hay un rumbo. No hay nada. Tan solo, las indicaciones del camino que se debe seguir. Todas y cada una de ellas, desde que salimos, no hacen más que evocar la cara de Sara. Pensar en ella me da miedo, inseguridad, sé que me volveré a enamorar de ella por el simple hecho de que la dejé queriéndola. Este es el fruto de la eterna lucha entre corazón y mente. Este es el fruto del recuerdo... Un abrazo, una frase bonita, un beso, una cena, una primera vez... Y entonces, intento contrarrestarlo con el recuerdo de la frase que me mató, "Estoy fabulosamente bien", pero es inútil. Ella seguirá siendo mi Sara, y eso me da miedo. - ¿Por qué lo dejasteís, Jaime? La verdad, no me sorprende su voz. - ¿Te puso los cuernos? Niego con la cabeza. - No me digas que te insultó. - Más bien, - comienzo a decir yo, - me quería demasiado. Nuestras miradas se encontraron en el espejo retrovisor y nos echamos a reir. - Pero qué guapo te pones cuando sonríes, cabrón. - Con lo bien que habías empezado... Me reconforta verla sonreír. Me da la seguridad de que no estoy tan solo. - ¿Qué pasó en aquel cursillo? - Básicamente, no era un cursillo normal. Me dejé engañar por mi imaginación... Y por mi tío. - Tuvo que ser duro. - hace una pausa. - No volviste a ser el mismo. - Lo fue. Decidí abandonar los estudios para meterme a militar, pero mi tío se encargó de que no fuese así... Digamos que me metió por otra senda, íntimamente ligada a lo militar. Y fue mi tío, el que me indujo a hacer algo que no quería. Me mira extrañada. - ¿Te acuerdas de Diego del Castillo? - ¿El que llamábamos " Calavera"? - Fuí uno de los responsables de que entrase en prisión. No hice nada, tan solo dí el chivatazo... Y lo cierto era que el chaval se portó siempre muy bien conmigo, pero estuve, en parte,obligado a hacerlo. - Enciendo un Cigarrillo. - Gajes del oficio, que nunca me podré perdonar, como lo que pasó con Fran. Me pone una mano encima del hombro y me da un cálido beso en la oreja. - ¿Qué fue de tu tío? - No estoy muy seguro, pero creo que se retiró poco después del asunto con Diego. Ahora mismo ni sé dónde está, ni lo quiero saber. - No eres tan frío como aparentas, "Jaime Bon". - Y se echa a reir. - No me conoces bien. Entonces, Sanlúcar de Barrameda nos abraza, nos abre sus puertas de entrada. Curiosamente, es uno de esos pueblos con los que mantengo una relación de amor - odio, probablemente, porque me ha dado tantas alegrías como penas que llorar. Pero no dejo de reconocer, que estoy encantado de haber vuelto, aunque los objetivos disten de ser un festival de emotividad. | |
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