Alnilam
| Sujet: Fragmento #82 - "Mi niño" 19.04.09 11:48 | |
| Jueves, 16 de Abril de 2009 En Sevilla - Perfecto. Por fin te encuentro. - ¡Vaya! - Respondo. - Ahora que me voy. Un desagradable encuentro en la puerta del bar, justo cuando me dispongo a marcharme. - Gregorio, - le dice al camarero. - ponme dos cafés con leche. - Se gira para mirarme. - Tu y yo tenemos que hablar. - ¿Te ha pasado algo? - ¿una peleíta con tu novio, el del coche? - No. Cambia la pregunta. ¿Qué te pasa conmigo? Parece que últimamente no me puedes ver. Cierto. No puedo verte, encanto. Me arrastra hasta una mesa y Gregorio aparece con las bebidas típicas de la mañana. - Alma, no me pasa nada contigo, es solo que últimamente tengo mucho trabajo y estoy cansado. - ¿Estás seguro? - Por supuesto. Ella agacha la cabeza. Me veo obligado a preguntar. - Alma, ¿te ocurre algo? - Jaime, para serte sincera, no soportaba la idea de que te pasase algo conmigo. - ¡Ah, eso! Tranquila. - Jaime quiero contarte algo. Necesitaba saber que la persona que más aprecio en el mundo no le pasaba nada conmigo, porque algo ha ocurrido. - Te escucho. - Hay otra persona. - ¡Oh! - Estuvimos un tiempo juntos y lo tuvimos que dejar... Bueno, me dejó él, - rectifica. - y me dejó mal. - ¿Te causa problemas? - No, no. Solo aparece de vez en cuando y pone en duda mis sentimientos, es que... - Parece que le da vergüenza decirlo. - Por si fuera poco me estoy enamorando de otra persona. - Pues aquí solo se pueden hacer dos cosas. Una, que te largues con el tío que te gusta. Dos, que si quieres vengarte de tu ex, no escatimes en tiempo y recursos para hacerle un sinvivir. Si te decantas por lo segundo, que sea algo frío y calculador, de esa forma el éxito está garantizado. - ¿De veras...? - Que no sepa por donde vendrá el próximo golpe. Me mira con una carita de lástima y me entran ganas de comermela a besos, pero, controlo mi impulso y mis ganas de darle un beso. - Alma, sé que es una solución pueril; pero hay que darle la importancia que le corresponde a cada persona. Si el chaval ese en el que has puesto tus ojitos te gusta, ve a por él. Y olvídate del otro. - ¿Alguna vez has intentado suicidarte? Silencio. El café está frío. - Sí. - Respondo con seriedad y melancolía. Recuerdos de una época nefasta, donde no podía levantar cabeza... Recuerdos de una nueva época donde compartiría mis sentimientos con la chica que tengo enfrente, una nueva época feliz. Y como el último grano de café, se han quedado en el fondo. - Pero soy un patoso... Y aquí me tienes, jeje. - Me alegro de que seas un patoso, Jaime, de no ser por ti. - ¿Y tu? ¿Lo has intentado? - Sí, pero no tengo ni el valor para matarme, ni el valor para vivir. La abrazo. - Ya verás como juntos saldremos adelante, guapa. Ella cierra los ojos y acomoda su suave cabecita en mi hombro. El momento me llena de una sensación agradable y por un instante le pediría al tiempo que dejase de correr, que no tiene por qué huir, que los amantes solo desean ese pedacito temporal. - Te echaba de menos, mi niño. Y entonces, el deseo desaparece. Un estremecimiento sacude mi espalda, cuando de su boca han salido esas dos palabras. Bonitas, sin duda; pero ella ha sido la causante de que mis sueños se hayan esfumado. No puedo consentirlo.
Me separo de Alma, le doy un beso en la frente y me marcho, al amparo de una calle más fría que el café de Gregorio. | |
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