Fragmento #85 - Cuando Perry Mason acusa

Todo es cíclico, ya lo decían los egipcios. Todo vuelve a su cauce para de nuevo comenzar. Bendición y condena, todo en uno. Y es que además, todo es igual. Mismos vecinos, mismos encuentros, mismos temas de conversación... Es repetitivo, en tanto, que probablemente mi muerte se deba al excesivo aburrimiento. Pero, ¿es solo eso?, ¿o hay algo más? Sí que lo hay. Estoy cansado. ¿Por qué coño no me he muerto ya? Es como si el mundo esperase que yo hiciera algo por él. El problema es que nadie hace nada por mi. No lo hacen ni por ellos mismos.

- Diga. - Obviamente he descolgado el móvil.
- ¡Hola! - ¡Oh,no! El gay de turno. - Desde que salimos con Alma ya nos olvidamos de los mortales, ¿no?
- No me hace falta tener novia para olvidarte, Joaquín. - Respondo de mala gana.
- No es uno de tus días, ¿verdad?
- No.
- Lo siento. - Su tono es más apagado. - Era para saber si llevarías coche para nuestra gran semana.
- ¿Qué gran semana?
- Coño, Jaime, la de Feria.
Bien, vale, resulta que cuando me lo dijo yo estaba con la banda sonora de Perry Mason. Es decir, que me estaba enterando por el culo. Podría decirle a Joaquín por dónde le estaba escuchando, pero no creo que mi respuesta le vaya a amendrantar... Más bien lo estimulará, o algo así.
- ¿Qué va a pasar en Feria?
- Nos vamos a Sierra Nevada. - Sierra Nevada - Lo pasaremos bien, dijiste que vendrías. Y cuento con ello. Además el aire frío te sentará como un guante.
- ¿Habrá sexo y drogas?
- No.
- Entonces ni hablar, Joaquín.
- Sabes que Alma viene, ¿verdad?
- Joaquín no te he preguntado quien va... Y tampoco me importa. No sé por qué demonios tengo que tener algo con Alma.
- Entonces, no vienes, ¿no?
- Iré. Pero no llevo coche.
Nos despedimos.

Sierra Nevada. Volvemos a los orígenes de mi nueva etapa.
¿Quién se ha muerto?
Sería un buen chiste... Hasta me habría reído.
Maldito hijo de puta.