Lunes, 18 de Mayo de 2009
En Sevilla
Absorto en el cielo azul inmaculado caigo en la cuenta de que lo emocionante del juego es la revancha, la venganza... Pero para disfrutarlas hay que servirlas en platos fríos. Lo del otro día, en la antesala, con todos aquellos problemas y nimiedades; es una absurda tontería porque tarde o temprano se verán las caras dentro de la U.C.I. y ya se sabe: Arriaditos somos y por el caminito nos encontraremos. Así que, ¿para qué sofocarse?
Mi niña se pone encima de mí, ya no veo el cielo, pero veo a la Mujer. Me da un beso y me regala una sonrisa. ¡Dios qué sonrisa! Me dice algo pero estoy embelesado en ella. Se retira y marcha. Vuelvo a mirar el cielo... ¿Qué estaba diciendo?