Martes 22 de Diciembre de 2009
En Sevilla
Soy una amiga horrible, ya lo sé. En mi defensa he de decir que fue él quien me buscó. Por dios quién iba a creerse que se había equivocado al llamar ¡si era la una de la madrugada! Por favor… Y luego habíamos bebido… Total que al final acabe poniéndome las medias en el portal de mi casa por si me veían mis padres. Qué vergüenza. Al menos el ascensor del portal en que nos habíamos metido no tenía cámaras, sólo me faltaba que media Sevilla me viera el culo (o al menos la otra media que no me lo había visto ya). Nunca había pensado en Alberto de esa manera, la verdad. No habíamos compartido más de dos palabras hasta después de la graduación, luego le presenté a una amiga y empezaron a salir. Poco después ella volvió a su cuidad (Alicante) y él se quedó aquí. La liaron tanto cuando rompieron que todavía me duele la cabeza por tener a cada uno a un teléfono, yo me comí la ruptura enterita. Y ahora… Es más romántico y más dulce de lo que esperaba. Una pena que sea el ex de una amiga, es buenísimo , y nos lo pasaríamos muy bien… más a menudo.